Lo dice el refranero español y es de sentido
común, aunque también se dice que éste es el menos común de los sentidos. Estoy
hablando de una nueva forma de entender el derecho, de la forma en que debería
aplicarse y la formula que resulta más beneficiosa para todos sus usuarios.
Los empresarios están imbuidos en el ritmo
frenético del día a día, la necesidad de producir y facturar, los problemas
habituales de cada mañana, los miles asuntos que hay pendientes sobre la mesa y
todo esto les impide dedicar el tiempo necesario y prudencial a la hora de
tomar decisiones que implican cuestiones jurídicas como puede ser la firma de
un simple contrato de suministro o de la compra de mercancías. La rueda tiene
que seguir girando y no podemos pararnos a leer cada detalle, cada punto y
mucho menos a entenderlo y a comprender todas las implicaciones de lo que
estamos firmando y las consecuencias que de ello se pueden derivar en el
futuro. Un claro ejemplo es la tan ahora renombrada “mala práctica bancaria”, ¿Qué empresario no ha firmado algún
producto, hipoteca o aval por el que ahora está sufriendo perjuicios que en su
día no pudo ni imaginar?.
Como este ejemplo podemos citar muchos más, pero
creo que refleja perfectamente lo que trato de trasmitir, que no es ni más ni
menos que un uso del derecho de forma PREVENTIVA. No buscar soluciones cuando
ya tenemos encima el problema, se trata anticiparnos a este y tomar las medidas
necesarias para evitar que llegue o en su caso que el impacto que produzca sea
lo menos dañino posible. Se trata de aportar tranquilidad al empresario, de
ocuparnos de las cosas que él no puede para que siga ocupando su tiempo en
producir, pero eso sí, de forma segura.
Los tiempos han cambiado, tener un abogado de
la mano no es un disparate, ni un coste relevante para la empresa, es aportarle
calidad en todos los sentidos, es contar con una persona de confianza a la que
poder consultar en un momento crítico y que te ofrezca una respuesta rápida que
salvaguarde tus intereses, es evitar males mayores y por supuesto dolores de
cabeza por algo que no tuvimos tiempo de mirar más detenidamente un día
cualquiera.
DERECHO PREVENTIVO, ¿acaso no les suena la
medicina preventiva? es lo que todos intentamos hacer hoy en día para
salvaguardar nuestra salud en la medida de lo posible y es lo que deberíamos
hacer para salvaguardar nuestro negocio, nuestro bien estar, nuestra
tranquilidad y seguridad.
Flor Zafra Herrera, Abogada.
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